Espacio Terapeutico
Imagen: Giorgio De Chirico - Mobili nella valle.
En la creación de la relación terapéutica llegan a ser particularmente importante las siguientes características: la actitud de empatía y escucha activa del terapeuta, su creatividad e intuición, el respeto y valoración de las diferencias, la atención centrada en la comunicación y en las relaciones de los clientes, la actitud de apertura y disponibilidad.
Todas estas características permiten construir el denominado setting terapéutico, es decir un espacio (físico y mental) seguro y protegido, en el que la/el paciente/cliente pueda sentirse acogida/o y libre de expresar sus sentimientos y dificultades.
En este contexto, la contribución de la/del cliente/paciente es crucial, ya que ésta/e es la persona que más sabe sobre sus problemas y por lo tanto "experta" sobre la situación y de las dificultades que está experimentando.
El proceso terapéutico es, por tanto, una labor de "exploración conjunta" y co-construcción de sentido, a las que ambos expertos, terapeuta y paciente, trabajan en conjunto con el propósito común del beneficio de la persona.
A través de esta colaboración se hace posible aprender a negociar, pensar y repensar el significado de las relaciones y el sentido de la propia identidad en favor de un cambio más funcional.